Una nueva generación de abogados estamos llegando a las filas de los Bufetes y con puestos en las carreras judiciales, una generación que hemos sido tan criticada como aplaudida en diferentes ámbitos: los millennials.
Leía por la mañana en la versión digital del diario EXPANSIÓN, un artículo escrito por Carlos Rueda, socio director de Gómez-Acebo &Pombo (uno de los 5 Bufetes de Abogados mas importantes de España), a la cual atribuye que los nuevos tiempos de negocios jurídicos implica una gran necesidad de contar con nuevas ideas y nuevos elementos que conozcan las nuevas formas de negocios y las nuevas formas de implementación de nuevas tecnologías dentro de los Bufetes.
Si bien es cierto, y gracias a las estadísticas se puede observar que los millenials “generalmente” buscan aquellos primeros empleos en donde puedan contar con planes en los que no únicamente toman en cuenta el salario, la flexibilidad o la conciliación familiar; sino que una de las oportunidades mas importantes para estos nuevos empleados es la oportunidad enorme que se tiene para moldearlos a imagen y semejanza de la organización con la que laboren, además de que The New York Times demuestra que nuestra generación es la mejor formada, educativamente hablando, de la historia, y es que 54% tenemos un título universitario.
Una de las demandas principales de los nuevos abogados es la de continuar con su formación una vez que han abandonado la universidad. Esto ha hecho que a nivel internacional los despachos hayan preparado planes de formación específicos para las nuevas incorporaciones, que se van adaptando a medida que cumplen años en la firma.
Algunas de las cualidades que tenemos los abogados millennials, es que somos curiosos y buscamos canales multimedia, es decir, que ante cada pregunta, ya hayamos indagado lo suficiente como para conocer el escenario probable en que nos movemos y las alternativas que se tienen; utilizamos inmediatez, y es que pasamos mucho tiempo en internet y la tecnología nos acompaña en todo momento. No es incoherente que nos encontremos con el celular en mano todo el día, y esto genera una respuesta en el momento en que surge una pregunta. Ante esta consecuencia somos impacientes y esperamos la misma velocidad de respuesta en la vida real que lo que nos da la tecnología. Buscamos resultados a corto plazo para mantenernos motivados y podemos cambiar de dirección rápidamente; somos críticos y nos gusta sentirnos protagonistas, opinamos y sentimos que nuestra voz tiene peso. Nos involucramos y tomamos partido. Las jerarquías no tienen mucho valor para nosotros y preferimos el liderazgo a la autoridad. Solemos no prestar atención a las marcas de los despachos para identificar al abogado en particular que tenga los conocimientos, enfoque y actitud que nos haga confiar; somos colaborativos, con creatividad y emprendimiento. Disfrutar de lo que hacemos es más importante que llegar rápido a la cima. No reconocemos mucho límite entre la vida privada y la profesional, ni horarios. Nuestro compromiso es total, pero administrando nuestros propios tiempos y prioridades, por ello valoramos la flexibilidad más que las carreras preestablecidas. Queremos sentirnos autónomos y aceptamos el desafío de participar en proyectos comunes, de creación colectiva. Preferimos participar en un proyecto inacabado y en “Beta” permanente que nos permita incorporar cambios y mejoras.
Los abogados millennials estadounidenses pasan alrededor del 30% de su tiempo investigando sobre casos anteriores en busca de maneras de hacer sus argumentos más persuasivos. Y es que actualmente las herramientas de investigación existentes para los abogados son anticuadas y mal adaptadas para nuestra “generación Google”, ya que la mayoría de la información teórica no se encuentra en un formato PDF o en un formato adaptable para ser consultable vía internet. Y es que, en respuesta a esto, en nuestro país se han hecho grandes mejoras para adaptar las nuevas tecnologías a la manera tradicional de impartición de justicia, Estados Unidos no se queda atrás.
LawWithoutWalls es un programa organizado por la Universidad de Miami, la cual reúne a estudiantes que cada año debaten sobre el futuro de la práctica de la abogacía. Según su apreciación, es esencial eliminar el sistema vertical que predomina en los bufetes y dar un paso decidido hacia unas líneas de trabajo mucho más horizontales, en las que todos los integrantes del bufete (sin importar su rango) tengan opción de opinar sobre los asuntos y aportar sus ideas para solucionarlos.
Cito 10 ejemplos de testimonios de estudiantes que reunió el diario EXPANSIÓN al responder las siguientes preguntas:
- ¿Qué cambio sustancial introduciría en un despacho para adaptarlo a las necesidades del siglo XXI?
- En caso de tener que escoger entre varios bufetes, ¿qué aspecto le impulsaría a decantarse por uno u otro?
“ESPACIOS PARA PRESENTAR IDEAS E INNOVACIONES”
Aina Cordero Rothen – University of St. Gallen
- “Creo que los jóvenes pueden entender la evolución tecnológica con mayor celeridad que los abogados veteranos. Por eso, pienso que sería esencial implantar en los despachos espacios o procesos en los que los ‘recién llegados’ puedan expresar con libertad sus ideas sobre la evolución de los productos específicos que pueda ofrecer la firma a sus clientes o sobre los servicios que tienen a su disposición. Esto no debería ser constante, podría realizar en forma de taller anual en el que socios y jóvenes abogados discutan, verifiquen y acuerden posibles cambios en estos servicios y planteen innovaciones para el porfolio del despacho”.
- “El factor humano es el aspecto que más tendría en cuenta a la hora de escoger un bufete. Lo que he aprendido en los diferentes puestos que he ocupado hasta el momento es que la entrega de cualquier trabajador se incrementa cuando está rodeado de gente inspiradora, que muestre apoyo en los momentos de necesidad. La buena relación con los compañeros que te rodean genera entusiasmo y ganas de mejorar”.
“MEDIDAS PARA REDUCIR EL ESTRÉS”
Ben Ramsdale – University College London
- “El estrés es habitual en sectores competitivos como el de la abogacía y una mente saturada no es productiva. Invertir un poco de tiempo para aliviar este problema generaría trabajadores más felices, eficaces y que obtienen mejores resultados. Por eso, me gustaría que los bufetes pensaran en adoptar medidas para reducir este estrés entre los trabajadores, creando zonas de descanso en la oficina para poder practicar meditación o yoga, por ejemplo”.
- “Creo en la felicidad de los trabajadores. Un empleado contento es un buen empleado. Por eso, y a pesar de que siempre sería importante optar por un bufete que cuente con una buena reputación en el sector y que tenga una visión innovadora frente a los nuevos retos, me decantaría siempre por el que fomente el mejor ambiente laboral. Los despachos de abogados deben tener en cuenta que un empleado quiere enfrentarse a todo tipo de retos cada día, pero también debe tener espacio para aprender y progresar. Estoy convencido de que un letrado siempre se sentirá comprometido con su trabajo si se puede sentir orgulloso de lo que hace y, sobre todo, si cuenta con el respeto y el aprecio de sus compañeros”.
“APOSTAR DEFINITIVAMENTE POR LA CONCILIACIÓN”
Zoe Friedland – Stanford Law School
- “El paso más importante que deberían dar los despachos de abogados es apostar definitivamente por la conciliación familiar. Asegurar un plan de carrera sostenible para todos los que quieren fundar una familia y estar disponible para ella, sin que esto afecte la labor que realizan en el bufete. El que una mujer se sienta obligada a abandonar su profesión por querer ser madre debe ser erradicado. De hecho, las propias compañías deberían fomentar entre sus trabajadores y trabajadoras que funden una familia, sin que esto implique sacrificar sus perspectivas de carrera”.
- “Si tuviera que optar entre dos despachos semejantes sobre el papel, siempre me decidiría por aquel que contara con una fuerte práctica ‘pro bono’. Creo que todas las empresas deben aportar y ayudar a los ciudadanos que forman parte de su comunidad. Este tipo de compromiso hacia los más necesitados y su representación legal sería esencial para mí”.
“REDUCIR LA COMPLEJIDAD, MANTENIENDO LA CREDIBILIDAD”
Santiago Menéndez – IE University
- “Más allá de la fundamental integración de la tecnología en la práctica legal, considero imperativo que el abogado del siglo XXI sea capaz de presentar su trabajo al cliente reduciendo la complejidad, pero manteniendo la credibilidad. Para ello, recurrir a versiones más gráficas y simplificadas que reflejen las distintos cursos de acción a seguir puede resultar tremendamente útil”.
- “Trabajar en una atmósfera que fomente la creatividad y en la que el abogado joven y con menos experiencia sienta que tiene la confianza necesaria para colaborar de manera significativa son atributos que hacen de un despacho el lugar ideal para comenzar a trabajar. Mi principal motivación en los primeros años de ejercicio es aprender, además de sentirme una pieza fundamental dentro de la maquinaria del despacho. Me inclinaría hacia bufetes que me ofreciesen una carrera con proyección internacional que me permita explorar distintas áreas para adquirir una visión general antes de especializarme”.
“HAY QUE GENERAR UN ENFOQUE COLABORATIVO”
Gustavo Sanseverino – Universidad de São Paulo
- “Una empresa debe ser capaz de establecer una cultura de diálogo entre sus diferentes áreas de práctica. En este sentido, apostaría por implementar una estructura en la que se invitase a todos los abogados a participar, una vez por semana, en un proyecto llevado a cabo por otro departamento. Esto forjaría un enfoque de colaboración y serviría para plasmar los métodos de resolución de problemas que puedan aparecer en la firma. Esta estructura de diálogo se convertiría en un importante mecanismo para incentivar tanto la cohesión y la eficiencia como la creatividad dentro del despacho”.
- “Me gustaría dar prioridad a un bufete orientado al mundo de los negocios, que crea en la tecnología y abarque los problemas con soluciones innovadoras, manteniendo así a sus abogados motivados y preparados para cualquier situación. Este despacho debería, igualmente, tener la capacidad de comprender en su totalidad las necesidades de sus clientes, combinando conocimientos jurídicos con una mentalidad empresarial. Por último, no habría que olvidar que el bufete debería hacer un esfuerzo en identificar los puntos fuertes y ambiciones de sus letrados, de tal manera que le puedan guiar y posicionar en el mejor puesto”.
“USAR LA TECNOLOGÍA PARA RESOLVER PROBLEMAS”
Shalm Harold – Griffith University
- “La tecnología sirve para resolver problemas y ese aspecto no se fomenta lo suficiente en los despachos. Los abogados de todo el mundo se encuentran, a menudo, abrumados por la carga de trabajo y deben lidiar con sistemas ineficientes. Ante estas situaciones, habitualmente, los bufetes buscan en el exterior soluciones a sus problemas. Sin embargo, nadie se plantean si algún joven abogado podría idear algún sistema para resolver el rompecabezas al que se pueda enfrentar un socio, ya sea mediante la creación de una ‘app’ o tal vez una plataforma tecnológica. Por esa razón, sugeriría implantar reuniones periódicas entre todos los departamentos para debatir no sólo las posibles soluciones a problemas, sino también para identificarlos con tiempo y buscar una solución antes de que lleguen a la firma”.
- “Trabajar en un lugar donde me sienta cómodo es esencial. Por esa razón, el factor decisivo para decidirme por un bufete u otro sería las relaciones personales y el buen ambiente. Aunque soy consciente de que los despachos están haciendo esfuerzos para realizar cambios en este sentido, creo que todavía queda mucho margen de mejora”.
“REORGANIZAR EL SISTEMA DE TRABAJO”
Chelsea Pellegrino – University of Montreal
- “Tras haber trabajado en diferentes despachos de abogados, me he dado cuenta de que uno de los problemas más frecuentes está relacionado con la gestión. Los diferentes departamentos funcionan como miniempresas y se aplican soluciones diferentes para problemas idénticos. Por esa razón, creo que en los próximos años se debería reorganizar el sistema de trabajo e implementar métodos de gestión más uniformes, que resuelvan problemas con mayor eficacia, agilidad y celeridad. Evidentemente, esto es más fácil decirlo que hacerlo, porque implica que los despachos vuelvan a pensar su modelo de negocio, pero estoy convencida de que es un apartado que hay que estudiar con detenimiento”.
- “El verdadero problema no es escoger entre un despacho grande con vocación internacional o uno mediano o pequeño, ya que cada uno te acerca a los diferentes aspectos de esta profesión a su manera. Sin embargo, un factor determinante es conocer a las personas que trabajan allí. Es esencial ser bien acogido desde el principio y sentirse como en casa, donde las ‘preguntas tontas’ no sean vistas como un aspecto negativo del recién llegado”.
“CONTAR CON UNA CANTERA MULTICULTURAL”
Mengshi Li – Peking University School of Transnational Law
- “La globalización ha generado un cambio rotundo en el trabajo que realizan las firmas. Actualmente, cada vez es más habitual que las empresas realicen operaciones internacionales y los bufetes tienen que estar preparados para dar respuestas desde un punto de vista legal. Por esa razón, creo que los despachos deberían contar con una cantera de abogados multicultural. Los negocios no se hacen de la misma manera en todos los países y por eso es importante contar con personas autóctonas que no sólo cuenten con estudios jurídicos, sino también con conocimientos culturales que faciliten el contacto. Aunque esos letrados no pudieran ejercer en alguna jurisdicción específica, por no contar con la licencia correspondiente, es muy posible que termine resultando positivo contar con ellos como consultores culturales”.
- “En mi caso, el factor decisivo para tomar una decisión sería la ubicación del despacho. Apostaría por una firma estadounidense, para entender mejor el trabajo en un país extranjero, o en Hong Kong o Shanghai, ya que son las ciudades más internacionales de China. Otro aspecto que tendría en cuenta sería la filosofía de la firma y los esfuerzos realizados por fomentar la conciliación familiar”.
“INCLUSIÓN DE TODOS LAS ÁREAS DE TRABAJO”
Amina Yuda – University of the Witwatersrand
- “Uno de los cambios esenciales que se debería llevar a cabo dentro de un bufete que pretende adaptarse al siglo XXI está relacionado con el fomento del trabajo en equipo. A estas alturas, ese esencial contar con firmas que incluyan a todas las áreas de trabajo para hallar soluciones a los casos que llegan. Además, los despachos deben ser cada vez más multitarea y multidisciplinares. Sólo de esta manera se conseguirá ampliar la gama de servicios para los clientes”.
- “Tendría en cuenta tres factores principales para elegir un despacho. Por un lado, la cultura y filosofía de la empresa. Esto es esencial, puesto que si voy a formar parte de esa compañía durante un largo periodo necesitaría sentir que encajo en ella y que me complemento con esas líneas de trabajo. De esta manera, estoy convencida de que se generaría un entorno muy productivo para ambas partes. Por otro lado, también tendría en cuenta las oportunidades de crecimiento dentro de la empresa, así como la diversidad de puestos que podría ocupar. Creo que cualquier letrado júnior tiene que saber cuál va a ser su recorrido y sus posibilidades de carrera en una firma antes de decantarse por una u otra compañía”.
“LETRADOS COMO HERRAMIENTAS DE MÁRKETING”
Sara Klock – University of Miami School of Law
- “Resulta evidente que la respuesta al cambio que necesitan los despachos para adaptar a la realidad actual pasa por el mundo de la tecnología. Esto es algo que tanto las universidades como las escuelas de derecho han entendido y que están fomentando desde el principio. Gracias a esta formación, los jóvenes letrados no sólo adquieren conocimientos esenciales sobre el mundo digital, sus mecanismos y dudas legales, sino que además se pueden convertir en herramientas de márketing para los despachos en los que trabajen, algo que las firmas no poseen actualmente. Los jóvenes letrados deben especializarse en esta materia para poder aportar su saber y presentar soluciones a problemas cada vez más frecuentes”.
- “Entre los factores más importantes que tendría en cuenta resaltaría el contar con una cierta seguridad en el empleo, así como encontrar un lugar que me permita crecer tanto desde un punto de vista jurídico como personal. No me gustaría aterrizar en una firma en la que no tenga capacidad para crecer y convertirme en una parte integral del equipo. Por otra parte, quiero encontrar un despacho que me permita aprender y convertirme en experta en mi campo”.