Tengo entendido que el día miércoles 9 de mayo del año 2012, se celebrará la sesión de pleno de la Cámara de Diputados del estado de Oaxaca, para que en primer lugar la Comisión de Derechos Humanos proponga la terna que contiene el nombre de las personas que son candidatos a ocupar la titularidad de la Defensoría de los Derechos Humanos del pueblo de Oaxaca; y una vez hecho esto someterlo a votación ante dicha asamblea de representación popular para que por una mayoría calificada de las dos terceras partes de sus integrantes se designe al titular de dicho órgano autónomo.
Lo anterior por mandamiento constitucional local, cuyo fundamento lo es el art. 114 Apartado A., texto que exige que los candidatos sean idóneos, tengan experiencia y honorabilidad, características, estas, que sin duda alguna reúne el doctor Rubén Vasconcelos Méndez, que sin llegar al grado de enaltecerlo, mi dicho reforza y coincide con el artículo publicado por el Dr. Miguel Carbonell el día de hoy, experto estudioso e investigador en Derechos Humanos por el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM; por lo que decidí como ciudadano Oaxaqueño hacer una solicitud o llamado respetuoso a los integrantes del Congreso del Estado de Oaxaca, mismos que tienen en sus manos una decisión trascendental por primera vez de designar a un verdadero Defensor de los Derechos Humanos, que cumpla con todas y cada una las exigencias legales, siendo la persona idónea, insisto, el Dr. Vasconcelos Méndez.
No solamente la sociedad Oaxaqueña, compuesta por infinidad de sectores ha llegado a sentir un malestar por el desempeño de los titulares de las instituciones o entes de gobierno; es un hecho notorio que a nivel nacional se ha criticado duramente a las mismas instituciones y en nuestra ciudad padecemos cotidianamente muestras de inconformidad en contra de diferentes dependencias gubernamentales; saliendo perjudicados un mayor grueso de la sociedad que somos ajenos a dichos hechos, pero que se nos ha afectado en nuestras garantías fundamentales. Por lo que está legislatura debe poner atención en los diferentes sectores sociales que apoyan al Dr. Vasconcelos Méndez y a su capacidad para la titularidad de la Defensoría de los derechos Humanos en nuestra Entidad Federativa., quien realmente tiene la obligación humanista de procurar y velar por la dignidad humana., que es el crisol de todos los derechos.
Hay que recordar que los diputados nos representan a nosotros, a la población del estado, y si bien es cierto en su momento para llegar a ocupar una curul, tuvieron el apoyo de partidos políticos y de organizaciones de diversas ideologías, también lo es, que al otorgar la protesta legal constitucional obligatorio para todo servidor público sin excepción, juraron guardar y hacer guardar la Constitución Política Federal y Estatal, así como las leyes que de ellas emanen y cumplir leal y patrióticamente con sus deberes.
Con esto quiero manifestar que al apoyarse para tener la representación popular se allegaron de diferentes entes ideológicos, que es lo legal y permitido, es cierto también que al formar el cuerpo colegiado del Congreso tienen que legislar y cumplir con su función, como en el caso que nos ocupa, con un interés supremo que tiene que ser la sociedad y es claro el apoyo social que tiene el Dr. Vasconcelos Méndez para ocupar dicho cargo, por lo que, tanto la selección de la terna, como el nombramiento respectivo debe llevarse a cabo de una forma clara y transparente, tomando en cuenta los presupuestos legales que se exigen y bien por que no decirlo, también mediante una consulta pública.
Al aplicar nuestras leyes máximas federales y locales y más aún en la materia de derechos humanos, deben de tomar en cuenta que un estado moderno y que se diga demócrata tiene que garantizar estos derechos, ya que si el nombramiento se hace con intereses particulares o intereses políticos sería un retroceso a la reforma a los derechos humanos a nivel nacional.
Las cualidades del Dr. Vasconcelos Méndez son varias y en algún otro artículo mencione tres, y me atrevo a asegurar una cuarta, que tiene la independencia que se requiere en el titular en comento y esta se vería colmada, independencia que no solamente tiene que decirse o expresarse sino practicarse; ya que dicho órgano autónomo es una base de la estructura de gobierno y exige, ya en la actualidad, una defensa adecuada, conocedora, y especializada en los procedimientos de la defensa de estos derechos, dicho nombramiento no se debe de hacer para el pago de cuotas de poder y mucho menos en personas que han agraviado directamente a la sociedad civil.
Señores Diputados, tienen en sus manos en el nombramiento del Defensor de Derechos Humanos la oportunidad de que nuestra sociedad empiece a creer en sus instituciones, ya que la defensoría es una palanca para la exigencia de un buen gobierno en toda su composición, Y no se dejen presionar por grupos u organizaciones que son una minoría en comparación de la sociedad productiva; que en vez de hacer un reclamo válido y fundado, pueden convertir este órgano tan importante en un coto indebido de poder.
Quedo de ustedes.
Mtro. en D.C. Gerardo Francisco López Thomas.