
El día diez de marzo del año en curso, el Senado de la República aprobó el nombramiento del Licenciado Eduardo Medina Mora como Ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, quien sustituye al ex Ministro Sergio Armando Valls Hernández. Con este nombramiento hicieron a un lado tanto un mandato constitucional como al Magistrado del Tercer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Segundo Circuito, Felipe Alfredo Fuentes Barrera; así como al Magistrado del Quinto Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito, Horacio Armando Hernández Orozco. Nombramiento que demostró de una manera clara y precisa que el Senado de la República aprobó dicho nombramiento con intereses netamente políticos o de indebidos compromisos con el Partido Revolucionario Institucional, lo que no es correcto, pues con dicho nombramiento dejaron en claro que lo que les interesa a nuestros Senadores son sus intereses políticos personales y de partido y no que exista en nuestro país una verdadera impartición de justicia federal, si no únicamente sus intereses políticos.
Los señores Senadores hicieron caso omiso a la petición de estudiosos del derecho y de la sociedad civil que en diferentes formas manifestaron el rechazo a dicho nombramiento. Se recabaron 50,000 firmas que fueron enviadas al Senado, así como existieron infinidad de artículos y notas periodísticas que solicitaban que no se nombrara a Medina Mora como Ministro.
Muy importante estas formas de expresión, sin embargo, llama la atención el hecho inédito consistente en que la Asociación Nacional de Magistrados de Distrito y Jueces de Distrito del Poder Judicial de la Federación, enviaran una carta al Presidente del Senado, Miguel Barbosa, para que el nuevo Ministro fuera elegido por su competencia, honorabilidad y probidad en la impartición de justicia, ya que de hacerse lo contrario, que por desgracia sucedió, se pone en riesgo la autonomía judicial. Si bien es cierto, en dicha carta nunca se cita el nombre de Medina Mora, también lo es, que al solicitarle al Senado que con el nuevo nombramiento se debía de fortalecer la independencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación para que pudiera cumplir libremente con sus responsabilidades constitucionales, solicitaban que eligieran al Ministro por sus méritos propios en la administración de justicia, y no por intereses políticos. Es claro, que el mensaje enviado al Senado significaba una oposición por parte de la representación de Jueces y Magistrados Federales para que el nombramiento recayera en Medina Mora, puesto que los otros dos candidatos tienen una trayectoria dentro del Poder Judicial de la Federación. La misiva fue firmada por el Magistrado Miguel Ángel Velarde Ramírez.
Además, el Senado deja de cumplir con lo dispuesto en el segundo párrafo del artículo 95 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que nos indica que los nombramientos de los Ministros deberán recaer preferentemente entre aquellas personas que hayan servido con eficiencia, capacidad y probidad en la impartición de justicia o que se hayan distinguido por su honorabilidad, competencia y antecedentes profesionales en el ejercicio de la actividad jurídica. Requisitos y características que definitivamente no cumple el Licenciado Eduardo Medina Mora.
¿Por qué digo lo anterior? Dentro de los cargos desempeñados por Medina Mora, destaca principalmente que durante el gobierno del Presidente Felipe Calderón Hinojosa fue nombrado Procurador General de la República a partir del 7 de diciembre del año 2006, cargo que desempeñó hasta el 7 de septiembre del año 2009. Siendo el titular de la dependencia federal de procuración de justicia, su desempeño no fue el mejor, puesto que en ese tiempo, se dio la etapa o fase más dura y criticada de la llamada guerra contra la delincuencia. Las estadísticas mencionan en lo que se refiere a la violación de los Derechos Humanos y en base a los informes emitidos por la Comisión Nacional en el periodo comprendido del año 2006 al año 2007, se presentaron 671 quejas en contra de la Procuraduría General de la República, siendo la segunda institución con más quejas durante dicho periodo, después del ejército. Durante el periodo 2007-2008 fueron presentadas 769 quejas y en el periodo 2008-2009 a su cargo fueron 600. De ahí que sumando las quejas presentadas en contra de esta Procuraduría General tenemos un total de 2040 quejas en el periodo en que el Licenciado Medina Mora fue titular del área de Procuración de Justicia Federal.
Sin hacer a un lado que durante su periodo, el saldo de muertos llevaba más de trece mil en el país.
Analizando el número de quejas presentadas que como lo dije, fueron 2040, y los días en que se desempeñó Medina Mora como Procurador General de la República, que fueron un total de 1005 días, observamos que durante su periodo como Procurador se presentaron 2.02 quejas diarias en contra de la dependencia de la cual era titular.
El día de ayer 17 de marzo del año en curso, Eduardo Medina Mora tomó posesión de su cargo como Ministro y fue recibido con un mensaje de la Ministra Olga María del Carmen Sánchez Cordero de García Villegas que desde la óptica de su servidor no fue un mensaje de una verdadera bienvenida. La Ministra nunca hizo mención del curriculum vitae de Medina Mora, que por cierto, no es muy amplio, o más bien nulo en la administración de Justicia, ni tampoco enalteció la probidad del nuevo Ministro, pero si fue muy clara en expresarle que la Corte mexicana tiene un papel fundamental en la democracia porque es la encargada de defenderla, además que para convertirse en Juez el camino es largo y sinuoso y se requiere sensibilidad y humanismo. Le hizo ver muy claro que las reformas del año 2011 sobre Derechos Humanos y Amparo le dan a nuestra Corte una herramienta para consolidar el Estado de Derecho. Esperemos que el nuevo Ministro lo haya entendido o al menos haya puesto atención.
Tenemos que estar pendiente de sus votos y proyectos, ya que nuestra Corte tiene dos funciones una como Tribunal jurisdiccional y lo más importante como Tribunal Constitucional. Y sin menospreciar la capacidad del nuevo Ministro, veo que será una posición incomoda la que tenga al estar debatiendo derecho con Ministros cuya capacidad y conocimiento está probado. Por lo que el Senado tuvo que haber nombrado a otra jurista, porque el Ministro tiene que ser una persona estudiosa del Derecho con un excelente perfil tanto académico como en impartición de justicia y un Constitucionalista nato y no un político como abundan busca chambas, para no perder los cotos de poder.
He manifestado que para su servidor los peores servidores públicos son los diputados, ahora con esta bofetada que se dio a la Justicia Mexicana, agrego a los Senadores, que con su actuar demuestran que su trabajo lo hacen en base a sus “acuerdos políticos” menos por los intereses de los estados que representan.
Para cerrar este artículo cito una parte del discurso de bienvenida de la Ministra Olga Sánchez: “Lo recibe, señor Ministro, una Corte cuyo proceso de evolución ha sido largo y nunca exento de tropiezos, que ha vivido un proceso de transformación que, hay que decirlo claro y fuerte, no tiene marcha atrás”.
Quedo de ustedes.
Mtro. en D. C. Gerardo Francisco López Thomas.
Comment (1)
Lic. Arnoldo Cerecedo Hernández.
says marzo 23, 2015 at 8:02 pmNo es la primera vez que lo hacen. Sucedió también lo mismo con el Ministro Ortiz Mena